Vacaciones en Copenhague

Todo recuerda a la Europa más característica y tradicional en Copenhague: desde su encantador puerto hasta sus imponentes castillos y agradables calles empedradas. No se equivocarán al elegir unas vacaciones en Copenhague aquellos que busquen un turismo de grandes monumentos y edificios cargados de historia. Incluso sus parques de atracciones, como los famosos Jardines de Tivoli, son fiel reflejo de épocas pasadas.

Vacaciones en Copenhague, un viaje en el tiempo

La ciudad de Copenhague es perfecta para visitar a pie. No obstante hay otras interesantes opciones de transporte como su moderna red de metro, cuyo uso es extremadamente sencillo al contar apenas con dos líneas. Además, pese a las frecuentes nevadas que acontecen en invierno, si planeas unas vacaciones en Copenhague durante la época veraniega, es recomendable moverte en una de las numerosas bicicletas públicas que ofrece el Ayuntamiento gratuitamente.

Copenhague cuenta con numerosos monumentos que harán al viajero sentirse partícipe de otra época. El castillo de Rosemborg, que data del año 1606, es una fastuosa obra arquitectónica de estilo renacentista neerlandés. Por su parte, el palacio de Amalienborg fue residencia de la familia real danesa durante años y permite al visitante contemplar, a ciertas horas, el cambio de guardia, uno de los actos simbólicos más típicos del lugar.

Reducto de libertad y destino para amantes del mar

Una de las singularidades de Copenhague es que alberga una comunidad independiente llamada Christiania. Sus escasos habitantes tienen independencia política y votan sus propias leyes en base al pensamiento pacifista. No es habitual visitar lugares como éste en vacaciones. Pero Copenhague es una ciudad distinta y las enormes pintadas de Christiania o la música en directo son atractivos indudables. Otra parada obligada durante una ruta de vacaciones en Copenhague es la visita a la estatua de La Sirenita. Ésta se sitúa en el muelle de Langelinie, otro lugar perfecto para caminar por su paseo marítimo o tomar un café tranquilamente.