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Las vacaciones en Terranova y Labrador son una experiencia de naturaleza agreste. También son un modo de conocer un espacio cultural dominado por dialectos muy peculiares del inglés y el francés y de lenguas nativas. Hay costumbres preservadas tanto de los colonizadores como de los habitantes originarios. La fauna y la flora, al igual que los paisajes, son de una belleza y variedad cautivantes.
La llegada más frecuente se produce en el aeropuerto de St. John. Stephenville también recibe vuelos desde Toronto durante la época estival. El modo recomendable de viajar es en vehículo alquilado. El motivo son las largas distancias y la limitación de las conexiones en transporte público entre localidades. El clima es variado debido a la diversificada geografía de la provincia. En Terranova el clima es continental húmedo. El norte de Labrador es de tundra polar y el sur de la península es subártico. En definitiva: veranos frescos e inviernos largos y gélidos en la mayor parte del territorio. La hora es entre -4/-3.5 respecto a Greenwich.
Entre las tradiciones que se distinguen entre los habitantes de Terranova y Labrador está la Noche de la Hoguera o Bonfire Night. En ella se hacen hogueras monumentales en numerosas localizaciones. La gente sale a divertirse y socializar, beber y cantar pese al frío propio de la fecha de la celebración: el 5 de noviembre. En las vacaciones en Terranova y Labrador se puede hacer la atractiva travesía en ferry entre North Sydney y Port aux Basques durante todo el año. En Twillingate, al noroeste de Gander, se hacen excursiones en barco para observar icebergs. En otra serie de localizaciones próximas hay tours de avistamiento de ballenas. La aventura en forma de pesca, senderismo, circuitos en bicicleta y observación de especies animales autóctonas está asegurada en el Parque nacional de Terra Nova.