País multicultural, Guayana Francesa tiene un corazón hecho de selva. Su riqueza natural y la biodiversidad de su flora y fauna compiten en atractivo con su importancia en el campo de la investigación espacial.
Este archipiélago, formado por tres islas, fue una antigua colonia penal de la que ahora solo quedan en pie varios edificios restaurados, como la capilla y la casa del director, en la que se cuenta la historia del presidio.
Situada en la ladera de la montaña Kaw, esta reserva de bosques y ciénagas ocupa noventa mil hectáreas. Junto a ella, se sitúa el área de Trésor, que combina forestas pantanosas con ecosistema propio de la sabana.
Kourou se ha hecho famosa por el observatorio espacial Centre Spatial Guyanais. El "tour" de tres horas por las instalaciones explora tanto la historia como las nuevas tecnologías aplicadas a la investigación del cosmos y, si la suerte acompaña, incluso puede presenciarse el lanzamiento de algún cohete.
Se celebra cada domingo en el pueblecito de Cacao y es famoso por los tejidos y bordados tradicionales de los hmong, una comunidad de campesinos laosianos que se instaló en la Guayana Francesa en la década de los setenta.
Esta playa de la localidad de Awala-Yalimapo es el lugar en el que desova anualmente la mayor comunidad de tortugas laúd del mundo.
La estación de lluvias se extiende de enero hasta junio y algunas áreas del país se vuelven intransitables. En Cayena, se celebra un colorido carnaval entre los meses de febrero y marzo.
Los ciudadanos de países de la Unión Europea pueden entrar en el país sin necesidad de visado. Solo se precisa un carné de identidad válido.
Las compañías Air France, Vueling y Air Caraïbes ofrecen vuelos con al menos una escala desde Madrid y Barcelona hasta el aeropuerto de Cayena. El trayecto tiene una duración mínima de trece horas y media.
Puede atravesarse el control de frontera situado en el puente del río Oyapock, que conecta la ciudad brasileña de Oiapoque con la guayanesa Saint-Georges.
Varias líneas de autobuses conectan Brasil y Surinam con la frontera de la Guayana Francesa. El autobús, desde Macapá a Oiapoque, cuesta unos 35 € y tarda unas doce horas.
Hay barcas que atraviesan el río Oiapoque desde Brasil y el Maroni desde Surinam. En ambos casos, el trayecto dura unos quince minutos y el precio parte de los 5 €.
Los núcleos urbanos disponen de hoteles para todos los bolsillos y algunos, como el Hotel des Palmistes, tienen su sede en antiguas casas coloniales. Para una experiencia diferente, en las islas de la Salvación existe un hotel en la antigua colonia penitenciaria. Si se busca alojamiento en las zonas rurales, pueden alquilarse cabañas.
El transporte público en la Guayana Francesa está constituido por barcas y catamaranes, que recorren tanto los ríos como la costa, además de por minibuses y un gran número de taxis. El coste aproximado de una carrera desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad de Cayena ronda los 35 €.
El servicio de autobuses está compuesto por minibuses que conectan las principales ciudades, como Kourou, Cayena y Saint-Georges. El autocar de Cayena a St. Laurent invierte unas tres horas y media y cuesta alrededor de 50 €.
Para alquilar un coche en la Guayana Francesa, se necesita ser mayor de veintiún años y disponer de un carné de conducción válido. El precio de alquiler diario ronda los 35 €. Conviene arrendar un todoterreno si se tiene intención de explorar las zonas más remotas, especialmente en coincidencia con la estación lluviosa.
La operadora Air Guyane fleta aviones desde Cayena a algunos pequeños núcleos en el corazón de la selva. El vuelo desde Cayena a Maripasoula dura una hora y cuesta alrededor de 91 €.
Se aceptan tarjetas en la mayoría de las tiendas y hay cajeros en las ciudades. También puede cambiarse divisa en las oficinas de cambio de Cayena. Un plato del día ronda los 20 € y un refresco cuesta alrededor de 1 €.